Del cielo a la tierra el Colibrí solito se estaciona. Los jardines esperan en la lejanía empapados de arco iris; de repente el ruiseñor tiñe la cinematografía del verano y acaricia las creencias mortales que lo miran, pero la eternidad es un instante y ningún geranio puede evitar que su polen lo fecunde.Sube entre columnas de cal como la enredadera y al tiempo baja precipitado en su deseo.
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